top of page

Brasil: La explosión del volcán de la corrupción en Petrobras, amenaza llegar a la playa del Palacio

  • Foto del escritor: La Voz De la Ciudad
    La Voz De la Ciudad
  • 19 sept 2015
  • 2 Min. de lectura

Brasil no es Venezuela, ni tampoco Grecia, aunque haya analistas políticos que alertan que la democracia de Brasil se está fragilizando. No existen, en efecto, democracias para siempre. Se conquistan cada día.

El Partido de los Trabajadores (PT), que ya fue considerado el mayor partido de la izquierda de América Latina, marcaba el paso como príncipe de los partidos, abrazado por los movimientos sociales, los sindicatos, los obreros y buena parte de los artistas e intelectuales. La calle era también del PT. Y eso a pesar de que su mentor y guía, el expresidente Lula da Silva, se esforzaba por decir que él no era “ni de derechas ni de izquierdas”, sino sólo un “sindicalista”. En sus ocho años de gobierno fue también aplaudido, mimado y defendido por los bancos, la empresa y las oligarquías que fueron ampliamente recompensados por su apoyo. Él mismo les repetía a los banqueros que nunca habían ganado tanto como con él. Y era verdad.

Y en medio del remolino de la crisis por las que atraviesa el país, parece vislumbrarse algo que parece nuevo y podría marcar los próximos decenios: Brasil está empezando a dejar de pulsar hacia la izquierda y siente una cierta fascinación por valores más liberales y conservadores, de centro, menos populistas o nacionalistas y, paradójicamente, más modernos y globalizados.

Brasil es visto fuera de sus fronteras con una política de centro izquierda al haberse aliado el PT, para poder gobernar, con los partidos conservadores.

Ese ropaje de izquierdas, con el que era vista la política de los gobiernos de Brasil, hacía que parecieran normales sus preferencias por países del socialismo bolivariano del Continente. La derecha neoliberal no tenía carta de ciudadanía en Brasil.

Es cierto que los términos de izquierda y derecha ya no poseen la fuerza que poseyeron en el pasado, pero lo que la sociedad brasileña parece estar buscando se parece más a las políticas de los países hoy más igualitarios, con democracias más consolidadas, con menores tasas de corrupción política, con monedas fuertes y con libertad de emprender económicamente.

 
 
 

Commentaires


© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

Donar con PayPal

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

bottom of page