Con la abstención de Brasil y Argentina en la última votación de la OEA tras la petición de Colombia
- La Voz De la Ciudad
- 6 sept 2015
- 1 Min. de lectura
Hugo Chávez siempre presumió de la unión de los países latinoamericanos en torno a su proyecto de la Gran Colombia, como un intento serio de cumplir el sueño de Simón Bolívar. Durante sus casi 15 años al frente de Venezuela, el omnipresente Chávez consiguió cambiar las reglas no solo de su país sino de gran parte del subcontinente. Tenía en sus aliados regionales un fuerte apoyo para seguir adelante pese a su guerra dialéctica con Estados Unidos. Su sucesor, Nicolás Maduro,en la cuerda floja por una crisis que va siempre a peor, heredó ese cinturón de seguridad pero su petróleo no le otorga tanto poder como antaño.
En estos momentos no se habla del desabastecimiento o de la violencia estructural de Venezuela, recordaba para ABC el ministro de Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo. La deportación de miles de ciudadanos de este país después del cierre parcial de la frontera colombo-venezolana por la zona de Táchira ha dejado imágenes impactantes como hileras de hombres, mujeres y niños llevando sus enseres, desde frigoríficos hasta juguetes, por caminos hacia Colombia, que ha denunciado el abuso sexual a niñas por parte de la Guardia Nacional Bolivariana.
Esta crisis motivó la petición del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de convocar una reunión de cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para discutir la crisis entre las dos naciones vecinas. Fracasó por un solo voto (alcanzó 17 cuando necesitaba 18) pero dejó un apunte sobre el cambio de tendencia.

Comments