Un presidente al banquillo de los acusados y el martes deciden la situación judicial.

El ex presidente de Guatemala Otto Pérez Molina, acusado de liderar una red de corrupción aduanera, conocerá su futuro judicial el martes, cuando un juez decida si es necesario que continúe en prisión mientras se determina si se inicia un proceso judicial por su supuesta implicación en el caso conocido como “La Línea”.

Al menos serán cinco días que el ex mandatario permanecerá retenido en el Centro Militar Matamoros, donde fue trasladado el jueves después que el juez que sigue el proceso, Miguel Ángel Gálvez, resolviera que había riesgo de fuga y que era mejor para su seguridad mientras no se decide su situación legal.

Pérez Molina, acusado de los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera, llegó temprano a la Torre de Tribunales ayer, con el fin de evitar la expectación mediática que surgió tras su arribo a las dependencias del Organismo Judicial.

Durante su primera declaración tras ser imputado, Pérez Molina negó su participación en la estructura criminal que le obligó a dimitir de la Presidencia.

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